es normal quedarse sin palabras cuando más las necesitas. sin las ideas. incluso sin motivos... cuando nos sobran, sin los esenciales sentimientos y sin las referencias que apuntan a todas partes y que ambiguamente y con el paso del tiempo, distorsionamos. jamás me pasó con lo sueños. 

Con sueños, me refiero a los anhelos de concretar las cosas personales o simplemente fantasear que en algún momento del devenir, ocurrirá algo que se materializará, sin siquiera gastar un gramo de energía. así, sin mayor contemplación. 

Sé, que los sueños tienen la cualidad de cambiar los elementos porque no existe ni control de tiempo y menos de lógica sobre ellos. no se es consciente de lo que ocurre ni de lo que está pasando ni de como los eventos cambian con el "dinamismo" que creemos. logré lo que necesitaba en el tiempo en el que lo anhelaba pero eso dejó de ser un sueño. transmutó en un objetivo que tenia características y alma propias que poco a poco, fue logrando alcanzar una edad avanzada. ahora, quiero otras cosas que están en otro orden de ideas, actividades, pensamientos y acciones. los sueños dejaron de serlo para entender que las ideas se convierten en planes y objetivos.

"Dejé de soñar" hace mucho. casualmente ahora que mi mente se encuentra relajada, he experimentado desde pesadillas hasta verdaderas contemplaciones oníricas que me han hecho, sí, aunque se dude, un hombre alegre, contento y tremendamente visceral.

En las pesadillas, existe ese pasado del que no sabia, pero sí dudaba, que huía, los sueños nos enseñan muchas cosas a cerca de nosotros. corría de la metralla lastimera de los eventos que, contemplativamente, forman parte de las necesidades mundanas de cualquier animal que goza de la capacidad de cuestionarse las cosas y, mejor aún, de los resultados de las decisiones que se tomaron por mero descuido o muy conscientemente ya que, a santo de qué negar que, ante la toma de una decisión, siempre se duda un poco, consciente de las consecuencias a corto, mediano y largo plazo. el pasado, presente y futuro terminan jugando un papel importantísimo. ya que, nosotros, con nuestros sueños, generamos y recreamos los sistemas dinámicos de los que presumimos somos los únicos animales capaces de crear y el futuro, es tan dinámico, como cualquier sistema que se vive en una pesadilla, un sueño o cualesquier fantasía.

En los sueños, se experimenta una enorme gama o rango de emisiones. la referencia es tan basta e inexplorada como el espectro cromático en el que los colores existen; como el rango sonoro que, triste y conforme pasa el tiempo, perdemos. como las leyes de la termodinámica que, siempre ceden calor. idéntico a la energía que viaja multidireccionalmente por los canales que permiten las conexiones entre las especies, las fuentes de energía y los individuos que se conectan.

todo esto permite permear algo importante y aclara la totalidad de que el silencio, aunque se conozca, no existe, o por lo menos, no como creemos que es.