Guerra
Movimientos internos

Suponer que la guerra es un evento en el que hay contacto a prudente, segura o cercana distancia, es trivial, ya que, quien tiene la facultad para salir sin un sólo rasguño de cualquier encuentro, es infalible, cobarde, un excelente púgil, alguien con buenos recursos y argumentos o un iluminado que si no evita ante todo el encuentro, lo resuelve. 

las historias son escritas por quien vence.

Las guerras, las mías, ahora son de otro tipo. con una visceralidad diferente, son densas. contadas veces, duraderas. siempre procuro no tenerlas, las evito por comodidad y las ignoro a conveniencia. postura nada inteligente, si se lo ve bien.

aunque contraproducentes, insoportables e inevitables son algo tan común y seguro que representan por sí solas, algo más que un inesperado o incómodo obstáculo, algo que, me permite hacer uso de alguna habilidad, paciencia y parametrizar mi tolerancia o desbordar en rabieta, arrojo o legítima felicidad.

no me ha importado mucho el librarlas cuando ocurren. sí sé, que en algún momento tendré que estar ahì enfrente, peleándolas. ¿cuándo? es algo que desconozco. sólo he experimentado que hay batallas que no esperan y aparecen en el momento más insospechado y que muchos conflictos se avecindan más por motivos conocidos que por mera espontaneidad y que son, netamente personales. internísimos. jamás les busco. reconozco que los motivos por los que ocurren, no me han representado beneficio alguno. repito, no las busco.

sé que el tenerlas, representa un foco de verdadera y legítima oportunidad... a ciertos costos.

por ejemplo: pelear en contra del silencio, a parte de imposible por su característica física particular, es algo que no se debería ni imaginar. retóricamente, sí se puede mas no se debe. explicar el por qué, es más que trivial y doy por hecho, que se sabe y entiende adecuadamente el por qué.

pelear en contra del tiempo, es un incierto que limita a quien no quiere envejecer por los motivos de lo absurdo y por esa incongruencia maléfica que en cada ser humano habita. nadie gana tiempo. nadie. sin ser optimista, pero sí objetivo: sólo sé que se puede organizar, a tal grado de programar, en qué invertirlo con la finalidad de construir unn sistema dinámico, castillos en el aire, la hipótesis de una vida, o un estado de bienestar, si no constante y/o perpetuo, sí marcado.

las peleas más representativas fueron con un familiar cercano. ésas sí eran la caída constante en un abismo al que no le veía fondo. hoy en día, y con base en toda esa technoguerrilla familiar, soy más sensato, y cosiderando que solo reconozco a una persona en mi familia. llevo la relación con ejemplar diplomacia. evitar el conflicto en cualquier relación, me ha resultado útil; y aunque ceda y renuncie a toda representación de justicia admito que, será siempre sano y sensato, el ir a cuidar al gato, reconociendo la esclavitud que ello representa, que ceder ante el absurdo capricho de alguien de tu misma especie.

 
 


Guerra
William Calavera 22 diciembre, 2022
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